Sunday, November 11, 2012

Lecciones de estas elecciones

Para entender qué sucedió el pasado 6 de noviembre en los EEUU hay que considerar que el proceso electoral comenzó antes de que Barack Obama diera su primer discurso de victoria en Chicago en 2008. Las elecciones de 2012 se lucharon en todos los frentes durante más de cuatro años. El trabajo que ambas campañas realizaron es una lección extraordinaria de política, aunque no necesariamente de buena democracia.

Es más: la estrategia legislativa y electoral republicana fue diseñada en los tiempos de George W. Bush y fue ejecutada con una disciplina de hierro que nos condujo a este resultado aparentemetne estrecho en el voto popular pero definitivo en el colegio electoral.

El triunfo de Barack Obama para su segundo mandato habría sido muchísimo más marcado de no haber sido por varios factores que resultaron determinantes. Estos son los que se me ocurren en este momento.
  1. los cuatro años de sabotaje del trabajo del ejecutivo por los republicanos desde el Congreso y su negación al compromiso y el acuerdo;
  2. los 700 millones de dólares que invirtieron los Súper PACs para promover ideas sin sustento;
  3. una clase empresarial que no invierte en empresa sino en transacciones de capital, que no crean empleo sino que lo constriñen;
  4. la negativa del hombre blanco a admitir que América no es su propiedad sino que pertenece a todos los americanos y sus inmigrantes y que por lo tanto ‘no tienen nada que recobrar’;
  5. la aparición y radicalización del Partido del Té en detrimento de la razón;
  6. la continua repetición de frases falsas y acusaciones de ‘socialismo’;
  7. el resurgimiento de una agenda social de los radicales de derecha.
Si a eso le agregamos otros factores que están fuera de su control, como la irresuelta crisis financiera en Europa y la desaceeración económica global, la historia sería otra.

Pero no lo es. Por eso corresponde que hoy nos pongamos a pensar en estas para que comencemos desde ya a impulsar soluciones a mediano plazo que contribuyan a romper la parálisis en el Legislativo y le recuerden a los estadounidenses que la asistencia del gobierno a quienes lo necesitan debe ser el primer escalón hacia el desarrollo y el crecimiento.

Cuatro, ocho o doce años más de parálisis nos harán más daño que cualquier enemigo. Es hora del compromiso y los acuerdos. ¿Estará el GOP listo para escuchar la poderosa voz que desde todas partes de la nación les está gritando que su agenda radical no tiene ya eco en la cultura?