Wednesday, February 21, 2018

Esta vez, habrá un cambio

Hay personas crueles y despiadadas. ¡Claro que las hay! Algunas cometen graves delitos, pero otras, como hemos aprendido en estos años de redes sociales, cometen otra índole de actos menos visibles, quizás menos dañinos, pero de todas maneras provenientes de la misma clase de corazón insensible y apático al dolor ajeno. En esa categoría hay que incorporar quienes inventan y promueven ideas y mensajes que destruyen las vidas de otros con el propósito de neutralizarlos o simplemente de hacerles daño.

Sheryl Acquarole, estudiante de la secundaria
Marjory Stoneman Douglas, reacciona a la
votacion en la Legislatura de Florida / CNN
Por el otro lado, existen corazones sensibles y llenos de empatía o,  sencillamente, corazones heridos que no ignoran a otros que, como ellos, han sufrido. En los días de gran emotividad como los que vivimos ahora, a una semana de la masacre en Parkland, Florida, el contraste entre unos y otros no puede ser más claro.

Después del ataque en el que diecisiete vidas inocentes se perdieron por la acción de un joven de 19 años, las reacciones respecto al debate sobre el derecho a adquirir armas de asalto ha provocado toda clase de reacciones.

Por un lado, ante al innegable absurdo de la ley que permite a un adolescente problemático comprar un arma de destrucción masiva, como un AR-15, y usarla para desahogar sus múltiples frustraciones, los jóvenes sobrevivientes de Parkland y estudiantes en todo el país han expresado su tristeza, su rabia y su decisión de hacer algo para cambiar esa realidad. “Nunca más”, es la consigna que se repite en todo el país, y no hay mejor emisario para ese mensaje que quienes vivieron la experiencia y sobrevivieron a ella.

Pero el lado siniestro de la sociedad también tenía que expresarse y lo hizo sin premura y sin conmiseración. Pronto comenzaron los ataques en contra de los jóvenes sobrevivientes. A uno de ellos por ser hijo de un oficial del FBI… ya retirado. A otros los acusan de ser ‘actores de crisis’ contratados por George Soros. Esa imbécil teoría conspirativa ha sido esgrimida sin consideración alguna contra los padres de las víctimas de la escuela Sandy Hook en Newton, CT, de quienes durante años han dicho lo mismo. De hecho, esa es una las ideas más ridículas que el showman Alex Jones ha repetido incesantemente desde aquellos hechos y que ha causado tanto daño a los familiares de las víctimas.

En esta ocasión no esperaron ni siquiera a que se cumpliera una semana de los acontecimientos para lanzar una campaña orquestada a nivel nacional por todos los medios a su disposición, que hoy son muchos más. Los ataques están concentrados en los jóvenes que le han dado visibilidad al movimiento estudiantil que crece rápidamente por todo el país y que ya ha realizado varias manifestaciones.

La verdad es que los defensores de la NRA y compañía están asustados porque en esta ocasión se enfrentan a individuos cuya inocencia es precisamente la causa de su fortaleza. El hecho de que estudiantes como David Hoggs, Cameron Kasky o Sheryl Acquarole, algunos de sus visibles voceros, sean articulados, estén bien preparados y estén haciendo bien el trabajo de vocería, ha convencido a los ‘conspiracionistas’ de que no es posible que sean originales y por lo mismo deben ser actores pagados.

Definitivamente hay gente que está dispuesta a caer muy bajo en la escala de valores. En otras palabras: hay gente mala que se deja ver en estas ocasiones. Ahora han salido en masa de sus madrigueras porque escuchan pasos de animal gigante, porque entienden que esta vez el movimiento contra las armas parece realmente estar calando entre los jóvenes y otras personas, y puede agarrar tracción y empujar la ola de opinión nacional en otra dirección.

Hay una frase que en años recientes se ha hecho muy popular en EEUU: “Insanity is repeating the same mistakes and expecting different results”. Traducción libre: “Una locura es repetir los mismos errores y esperar un resultado diferente”. Eso es justamente lo que ha venido ocurriendo con esa clase de hechos. ¿Qué ha ocurrido diferente en esta ocasión en Parkland para que sea esta la masacre que comience a darle vuelta a la opinión pública y empiece a conducir esto a alguna especie de cambio? ¿Por qué creo que esta vez habrá un cambio?

Porque esta vez quienes llevan la bandera son los estudiantes, precisamente porque ellos han sido las víctimas de estos ataques, y son seres tan jóvenes que aún mantienen un aire de pureza, calidez e inocencia. Esto contrasta fuertemente frente a los viejos actores de esta contienda, la frialdad y crueldad de la NRA; la indiferencia supina de los políticos, como los representantes de la Legislatura de la Florida que rechazaron, sin cortapisas, siquiera comenzar a hablar acerca del tema de la prohibición de las armas de asalto en el estado que ha sido epicentro de dos de las más graves masacres perpetradas en tiempos recientes.

Esta vez son los jóvenes quienes llevan la batuta. El mundo sabe que cuando los estudiantes se entusiasman, se movilizan y actúan, consiguen mover a las sociedades para alcanzar cambios y transformaciones profundas. Son innumerables los ejemplos. En esta ocasión, además, los jóvenes tienen la razón y los motivos para hacerlo. Si logran mantener la energía y avanzan en su movilización, estoy convencido de que los políticos, al fin, se sentirán obligados a actuar.

Esta vez, habrá un cambio.

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1 comment:

  1. "Cuando Tu derecho a tener armas, infringe y atropella Nuestros Inalienables Derechos a la Vida, la Libertad y nuestra Búsqueda de la Felicidad; es hora que Tu derecho se haga un Privilegio, NO un Derecho"-- Miguel Sarmiento

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